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domingo, 4 de mayo de 2014

Salobreña (Granada, España)

Salobreña (Granada, España)
Salobreña


Fincas de Salobreña (Granada, España)
Subida al Castillo de Salobreña


Subida al Castillo de Salobreña (Granada, España)
Subida al Castillo de Salobreña


Castillo de Salobreña (Granada, España)
Subida al Castillo de Salobreña


Calles de Salobreña (Granada, España)
Calle de Salobreña


La Alpujarra desde Salobreña
La Alpujarra desde Salobreña


Esa roca con casas blancas que tenemos en la primera foto se llama Salobreña y era una isla formada por un peñón. Y la roca que está en la playa fue en tiempos un islote.

Hoy, como veis, es un pueblo elevado sobre un mar de fincas donde se cultivó durante casi un milenio la caña de azúcar, hasta la década pasada. La caída de la rentabilidad de este cultivo tiene la culpa de su pérdida.

Esas fincas existen en parte debido al cultivo del azúcar: la bahía que aquí había estaba en proceso de colmatación a partir de los aportes del Guadalfeo, pero la intensa deforestación en la Alpujarra y los rellenos de las marismas realizados por los habitantes musulmanes de esta zona para aumentar la superficie de cultivo terminaron por hacerla desaparecer.

Hoy en día en Salobreña se cultivan otras cosas como frutas tropicales que aquí se dan aprovechando las muchas horas de sol, las temperaturas y que baja desde la Alpujarra. En Salobreña también se ha cultivado (y creo que se cultiva) algodón, que en sus tiempos se introdujo para complementar a la caña de azúcar que empezaba a sufrir la competencia de la caña importada de América.

El nombre del pueblo procede de esta época pero no por ser una zona de aguas salobres, mezcla de agua dulce y salada, si no por la corrupción del topónimo fenicio, Selambina, debido a una peculiar pronunciación del árabe andalusí.

Uno de los puntos interesantes de Salobreña es su castillo. Al parecer Salobreña estuvo fortificada desde, al menos, el siglo X, aunque el castillo actual proceda de la época nazarí, al final de la Reconquista. Como es habitual el castillo ha tenido aportes ordenados por los señores castellanos que les reemplazaron.

La importancia estratégica de Salobreña a finales de la Reconquista, durante las guerras contra el Reino Nazarí y siglos posteriores, viviendo episodios como la Rebelión de los Moriscos en la Alpujarra, durante el reinado de Felipe II, ayudó mucho a su conservación.

Estos moriscos habían sido obligados a abandonar sus costumbres y su religión por un decreto real cuya razón hay que buscarla en la ayuda que los moriscos habrían prestado a agentes del Imperio Otomano, entonces gran rival de la Corona de Aragón en el Mediteráneo.

El tremendo empuje de los turcos en el Mediterráneo oriental había causado grandes problemas a los comerciantes aragoneses e incluso les habían arrebatado algunas colonias, mientras que Europa central había pasado grandes trabajos para frenarles en el pasado. No era un enemigo al que tomarse a la ligera.

Por desgracia no pude visitar el interior de las murallas al haber llegado tras la hora de cierre, pero por lo visto tiene unos jardines muy bonitos, legado de su pasado como palacio y prisión (ya se sabe que la prisión de un rey no es la misma que la de cualquier otro). Las vistas desde ahí arriba tienen que ser impresionantes. El entorno es magnífico y desde ahí arriba tiene que ser aún más espectacular.

Las calles también son muy bonitas, con esa arquitectura tan típica de Andalucía que ya habíamos visto en los Pueblos Blancos y donde se aprovecha hasta el último rincón: perfectamente bien cuidados, con las paredes bien encaladas y un suelo que está pensado para evacuar el agua de forma que no afecte a las viviendas y con baldosas a ras de suelo para prevenir la entrada de humedades por capilaridad. Y como en muchos otros pueblos, a las paredes encaladas se unen todas esas plantas que los vecinos ponen y que tanto alegran el ambiente.

Hoy en día Salobreña vive del turismo, que no ha desvirtuado su núcleo urbano de la forma en que sí ha ocurrido en otras poblaciones cercanas como Motril o Almuñécar, y eso a pesar de ser considerada por muchos como la playa de Granada, la capital provincial.

¿Cómo llegar a Salobreña?

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